1. Revisa tus plantas👀
Ya puedes hacerte una idea del estado de tus plantas a primera vista: las hojas deben estar verdes y firmes, sin manchas ni agujeros. 🌿
Compruebe también debajo de las ramas que los parásitos no se hayan instalado allí, corriendo el riesgo de debilitar sus plantas y, en última instancia, provocar su muerte.
Finalmente, asegúrese de que su ubicación sea lo suficientemente luminosa y húmeda para satisfacer sus necesidades. 💦
2. Cuidado con los parásitos 👾
Si a pesar de todos los buenos cuidados que has dado a tus plantas, los insectos se propagan sobre ellas, es absolutamente necesario eliminarlos.
Para no perjudicar la salud de tus plantas ni la de tus animales, la mejor forma de deshacerte de estos parásitos es el aceite de Neem.
Alterna las hormonas y sus ciclos reproductivos cuando se pulveriza sobre toda la planta a tratar. 🚿
3. Potencia el crecimiento de tus plantas 📈
Cada planta puede tener necesidades específicas, evita darle los mismos cuidados a tus cactus u orquídeas que a tus plantas verdes. 🪴
Los cactus tienen necesidades de nitrógeno muy bajas, mientras que las orquídeas requieren mucho y las plantas verdes se encuentran en el medio.
Elige un fertilizante natural a base de plantas y algas. Utilizado cada dos veces en el agua de riego, les da un impulso y promueve un crecimiento saludable. 🌟
4. Plantas en excelente forma 💪
Ya sea en exceso o en cantidad insuficiente, la mayoría de las plantas de interior acaban muriendo rápidamente cuando no se controla el riego. 🍂
Si las hojas se vuelven amarillas y caídas, o el suelo está constantemente húmedo, opta por el uso de Ollas para que tus plantas sean independientes en el manejo del agua.
Como las Ollas están hechas de arcilla microporosa, el agua se filtra suavemente en la tierra, donde las propias raíces recogen el agua. 💧
