Trasplantar sus plantas de interior es un paso esencial para su salud y crecimiento. Sigue esta breve guía para saber cuándo y cómo trasplantar tus plantas, así como los cuidados necesarios después del trasplante.
¿Cuándo trasplantar tus plantas de interior?
Señales de que es hora de trasplantar
Las plantas de interior muestran señales claras cuando necesitan ser trasplantadas. Crecimiento lento, hojas nuevas más pequeñas y sobre todo en menor número, así como necesidad de riegos más frecuentes. Todas estas señales demuestran que es hora de darle a tu planta nuevo espacio para crecer.
Compruebe también el estado de las raíces: si sobresalen del orificio de drenaje, están a ras de la superficie o rodean la maceta, es el momento de trasplantar.
Una planta que parece inestable o que se cae fácilmente también puede ser una señal de que está apretada en su maceta actual.
El mejor momento para trasplantar
El trasplante se realiza mejor durante el período de crecimiento de las plantas, que se extiende desde la primavera hasta el otoño. Los meses de marzo y abril son ideales para trasplantar la mayoría de plantas de interior, como Monsteras, Zamioculcas y Pothos. Evite trasplantar entre noviembre y febrero, cuando las plantas están inactivas, así como durante la floración para evitar estresar la planta.
El trasplante durante el período de crecimiento activo permite que las raíces se establezcan rápidamente en la nueva mezcla para macetas, lo que reduce cualquier riesgo de shock para la planta.
¿Cómo trasplantar tus plantas de interior?
Preparación y materiales necesarios
Para trasplantar una planta de interior, consiga una maceta de terracota o de plástico de mayor tamaño que la maceta anterior (de 2 a 4 cm más para una olla menos de 30 cm de diámetro, de 5 a 10 cm más para una maceta de más de 30 cm). Utilice una tierra para macetas adecuada a su planta, ya sea tierra para macetas para plantas verdes, con flores, para cactus o suculentas.
Prepare también un cuchillo de jardín o unas tijeras para cortar las raíces muertas o podridas, y asegúrese de tener una regadera a mano para regar la planta después del trasplante.
Pasos del trasplante
- Retira con cuidado la planta de su maceta actual: Para ello, sujeta la base del tallo y tira suavemente. Si la planta se resiste, golpea ligeramente los lados de la maceta para ayudar a aflojar el cepellón.
- Limpie las raíces: elimine los residuos de tierra agitando suavemente el cepellón y luego corte las raíces muertas o podridas con un cuchillo o tijeras. Esto estimulará el crecimiento de nuevas raíces sanas.
- Prepare la maceta nueva: coloque una capa de tierra para macetas fresca en el fondo de la maceta nueva. Esta capa debe ser suficiente para que la planta quede a la misma altura que en su antigua maceta.
- Instale la planta: coloque la planta en el centro de la maceta, con las raíces bien extendidas, luego agregue tierra para macetas alrededor del cepellón hasta 2 a 5 cm por debajo el borde de la olla. Asegúrate de que la planta esté recta y estable.
- Apile ligeramente la tierra: para eliminar las burbujas de aire y garantizar un buen contacto entre las raíces y la tierra, apile ligeramente la tierra alrededor de la planta. Esto también ayudará a mantener la planta en su lugar.
- Regar generosamente: después del después del trasplante, riegue la planta generosamente para ayudar a estabilizar el suelo y proporcionar la humedad necesaria a las raíces. Asegúrate de que el agua drene bien por el orificio de drenaje para evitar que se acumule agua en el fondo de la maceta.
- Para obtener raíces fuertes después del trasplante, puedes utilizar agua de sauce, para diluir en agua de riego (2 pipetas llenas por 100ml de agua). El agua de sauce estimula el desarrollo de las raíces y este es el momento perfecto para darle este impulso a tus plantas.
Cuidados después del trasplante
Después del trasplante, es crucial monitorear su planta para asegurarse de que se esté adaptando bien a su nuevo entorno. Mantenlo alejado de la luz directa durante unos días para que se recupere.
Regar moderadamente durante las primeras semanas. Evite regar en exceso, ya que las raíces recién podadas son más sensibles y mueren más fácilmente.
Trasplantar nuestras plantas de interior es esencial para su salud y crecimiento. ¡Escogiendo el momento adecuado y siguiendo los pasos adecuados tendrás plantas sanas, con raíces bonitas y robustas!
Cada planta tiene unas necesidades específicas, así que adapta tus cuidados según los requerimientos de cada una. 🌿
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